La detención del rapero español Pablo Hasél por presuntamente glorificar el terrorismo e insultar a la monarquía provocó protestas a las que asistieron miles de personas en toda España el martes. Los cargos de Hasél están relacionados con una serie de sus tweets y letras de canciones.
Hasél se atrincheró junto a sus seguidores el martes dentro de la Universidad de Lleida para evitar su sentencia de prisión, pero poco después fue arrestado por las autoridades españolas. Las protestas surgieron en varias ciudades españolas, incluida Barcelona, la segunda ciudad más grande de España y la capital de Cataluña, y Valencia después de su arresto. Se incendiaron cubos de basura y se arrojaron objetos como bastones y proyectiles de espuma contra las autoridades españolas. Treinta y tres personas resultaron heridas y 15 manifestantes fueron arrestados. Las protestas continuaron durante toda la semana.
Hasél fue condenado en 2018 por mensajes de Twitter y letras de canciones que supuestamente elogiaban el terrorismo e insultaban a la monarquía española. Según la ley española, se pueden imponer penas de prisión por cargos de terrorismo glorificado e insultar a la monarquía. Sin embargo, el uso de tales sentencias es criticado por organizaciones como la Amnistía Internacional, que en un informe de 2018, encontró que las leyes antiterroristas del país dan lugar a un efecto paralizador en la libertad de expresión.
El pasado mes de mayo, el Tribunal Supremo español redujo la pena de prisión de Hasél de dos años a nueve meses. La Amnistía Internacional criticó la condena, y Esteban Beltrán, director de la Amnistía Internacional de España, la calificó de “una restricción excesiva y desproporcionada a su libertad de expression.” La semana pasada, cientos de figuras públicas españolas firmaron una petición contra la condena.
“En Barcelona, durante la tercera noche consecutiva de disturbios y actos de vandalismo, 8 personas han sido arrestadas por desorden público,” dijo la policía de Cataluña en una actualización tuiteada. “Hay numerosos contenedores quemados, mobiliario urbano y motos, así como varios establecimientos con vidrios rotos.”
En respuesta a la condena, el gobierno español anunció recientemente que buscaría reformar las leyes de libertad de expresión del país.